Alpes día 1: acaba una y empieza otra aventura

Hacía como 2 o 3 semanas que la temporada de nieve en Andorra se dio por finalizada. Nosotrxs seguimos con el inventario a puerta cerrada, hasta que finalizamos contrato; también del alquiler del piso donde vivimos (o sobrevivimos) los últimos 4 meses.

Estas semanas de transición siempre son un poco extrañas: despedidas de compis, organización de nuestro equipaje, mudanzas, limpieza (en casa y en el trabajo) y alguna que otra tarde libre, que no sabemos bien cómo aprovechar... porque encima son fechas de lluvia... y TODAS las tardes llueve. 

Hoy tenemos que dejar el piso y debe estar tal cual lo recibimos: bien limpio y recogido, y por supuesto no haber roto nada o de lo contrario nos lo cobrarán de la fianza. Estuvimos ayer jueves limpiando a fondo toda la casa y dejándola lista para hacer hoy el inventario con la casera. Limpiamos cada armario, cada plato, debajo del frigo y la lavadora... sacamos sacos y más sacos de basura... y aun así la casa estaba hasta arriba de trastos. No os podéis hacer una idea del estrés que manejamos entre ayer y hoy, días oficiales de cierre de nuestra temporada. Por la tarde hice un viaje en coche hasta casa de unos amigos (Iña y Will), para llevar maletas y desconectar un poco del estrés. Cuando volví a casa me di cuenta que había enviado mi pijama y mis zapatillas de estar por casa. Así que tuve que dormir con lo puesto y andar descalza por la casa... con el frío que hizo.

Y hoy madrugamos bastante para acabar con las tareas de limpieza, dar el último repaso y hacer más gestiones: a las 9 de la mañana teníamos que estar en Andorra la Vella para cerrar la cuenta del banco y cobrar el finiquito. Iña y Will nos recogieron en coche para transportar las últimas maletas y por supuesto, no cabíamos dentro del coche. Una vez en Andorra la Vella, tras cerrar la cuenta y cobrar, he ido a una tienda de fotografía a comprar una batería nueva para la cámara y también me tomé un café en una cafetería del centro, que descubrí con un amigo tres días antes. 

Creyendo que estábamos listas para la mudanza

Pero no había tiempo que perder. A las 12 teníamos que volver de la ciudad a la montaña, a nuestro piso en el Valle de Incles, para hacer el inventario de la temporada con la señora casera. Allí estábamos mi roomie Agustina y yo, intentando disimular todos aquellos destrozos del piso, causados por la vejez y el abandono de la inmobiliaria (así son los pisos en Andorra).

El piso está que se cae, literal. La escayola del techo de la bañera se caía a trozos por días, y las sillas del salón-comedor-cocina-habitación (nuestra) se desmontaban por piezas y era probable caerse si te sentabas; un peligro. La lamparita que rompió nuestra tercera roomie (que se dio la fuga antes de comerse el marrón) la pegamos con pegamento fuerte, y a la puerta del armario que se descolgaba siempre, también le pusimos un poco de pegamento y quedó como si nada. La bombilla fundida del baño también pasó desapercibida (la casera nunca lo comprobó). Y por último, la persiana rota del balcón (que ni sube ni baja) también la dejamos muy decente. Resultado del inventario: aprobado.

Ha sido una hora muy tensa comprobando cada sartén y demás utensilios de cocina. Después de que la casera comprobara que su piso en ruinas estaba tal cual nos lo alquiló (gracias a nosotras tapando cada parche con chicle, como hizo cada inquilino que pasa por ahí). La conclusión es que las inmobiliarias en Andorra son una estafa y los pisos están que dan pena. Para nosotras ha sido un momento tan tenso y señalado como un examen de conducir o de acceso a la universidad. 

Tras entregar la llave y salir del piso... respiramos tranquilas y fuimos muy, muy felices. Pero el día de estrés no ha terminado aquí. Recuerdo que hoy es el día de partida a Francia, con destino Chamonix, así que mi compi Agustina y yo hemos salido de casa con nuestras mochilas (oficialmente homelesses) y nos mudamos a casa de nuestros amigos Iña y Will, que también acogían en su salón a otra amiga que estaba en la misma situación que nosotras: Lau. Somos 3 okupas sin techo (Lau, Agustina y yo) + 2 amigos (Iña y Will) en un pequeño apartamento de 2. Pero no hay de qué preocuparse, somos la misma familia a la que nos espera una travesía en autocaravana por los Alpes Suizos.

Trayecto de nuestro piso a casa de nuestros amigos

Acabada la mudanza al apartamento de nuestros amigos Iña y Will, hemos ido a despedirnos de unos vecinos que trabajan con nosotras, comimos un sándwich rápido y subimos al coche de nuevo para volver a Andorra ciudad (otra vez) para recoger la autocaravana, la que va a ser nuestra casa las próximas semanas.

Nunca hemos viajado en autocaravana y nos tenían que hacer una explicación (de 1 hora + o -) sobre el funcionamiento del frigorífico a gas, el agua caliente, luz, aguas grises y negras, cómo vaciarlas, etc. La parte fea de viajar en autocaravana que nunca nos cuentan, básicamente. 

Conducir algo tan enorme es un peligro si no tienes costumbre. así que olvida las nociones de conducir un pequeño coche normal, porque esto es el doble de largo (y ojo con el ancho). Cuidado con las curvas, las rotondas, los pasos estrechos y los adelantamientos. Dejamos una fianza de 1000 € y tenemos que devolver la caravana nueva e impoluta, tal y como nos la prestan (nada que ver con los pisos de las inmobiliarias andorranas). Por dentro era una preciosidad: cómoda, bonita y moderna. Vamos a tener más calidad de vida 5 personas en esta caravana, que las tres compis que éramos dentro de mi piso ruinoso.

Pero como nuestra vida misma, íbamos a contrarreloj. Nos dividimos en Andorra la Vella para hacer las últimas gestiones pre-viaje: recoger la caravana, comprar papel higiénico (que nunca es suficiente), etc. Queremos salir hoy de Andorra lo antes posible, para llegar mañana a Chamonix y aprovechar el día, pero ya vamos tarde. Cuanto más tardemos en salir, menos kilómetros haremos hoy, y además nos toca hacer una parada en cualquier lugar de Francia para dormir y continuar por carretera al día siguiente. 

Recogiendo nuestra casa rodante

Subimos ya al apartamento de Iña y Will (en la montaña) con nuestra autocaravana y empezamos a cargar el maletero de maletas, comida, bebida y esquís. Teníamos el temor de no tener espacio suficiente, pero el maletero de la autocaravana ha sido una sorpresa: es enorme. Además la caravana va llena de compartimentos para organizarlo todo muy bien, también en el interior de la cabina.

Hace una semana también hicimos un planning de dietas para cada día, para hacer una compra enorme de todo lo que necesitaríamos durante dos semanas para 5 personas en la caravana. No queríamos comprar nada en Suiza porque es de los países más caros del mundo y nuestra intención era gastar lo mínimo (incompatible en Suiza, pero no imposible). Cargamos la caravana con muchas cajas de comida, cerveza, café, mate, ropa de abrigo y equipos de esquí, porque también tenemos intención de seguir esquiando en Chamonix.

Finalmente hemos puesto rumbo a la frontera con Francia en el Pas de la Casa: cerramos una hermosa etapa de un año del Pirineo Andorrano, para rematarla en los Alpes... ¡Comienza oficialmente una nueva aventura en las montañas más bonitas del mundo!

>> Estrenando la autocaravana por Francia. 1º stop <<

      

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