1. Palacio Belvedere: este palacio era la residencia de verano de la Casa de Saboya. Aunque el palacio y sus jardines son una de las imágenes más reconocibles de la ciudad, el mayor interés que tiene este palacio es el museo de arte, puesto que en su interior no se conserva nada del palacio original y decepciona bastante. Eso sí, aquí se encuentra la mayor colección de obras del artista Gustav Klimt y su reconocido Beso. A nuestro gusto, el precio es bastante elevado.
2. Ópera de Viena: es la ópera más importante y reconocida del mundo. Aquí se representan los conciertos de ópera, cantantes y ballets más prestigiosos. Es un edificio precioso de estilo neo-renacentista que tuvo que ser reformado casi entero tras un bombardeo en la II Guerra Mundial y un incendio. A diferencia de lo que podamos imaginar, es posible asistir a un concierto de ópera por muy, muy poco (eso sí, haciendo cola unas horas antes y sin butaca).
3. Ayuntamiento de Viena: es uno de los edificios más espectaculares de Viena y nos recuerda mucho al Ayuntamiento de Bruselas, con su estilo neogótico de finales del siglo XIX. Destaca por su altísima torre de casi 100 metros de altura. Puedes visitarlo de manera gratuita durante varios días a la semana (consulta los horarios) y si visitas la ciudad en Navidad, justo en la plaza encontrarás el mercado navideño.
4. Parlamento: construido en el siglo XIX, imita un templo clásico de la Antigua Grecia en honor a la cuna de la democracia. En este bello edificio se han dado importantes acontecimientos como la proclamación de la República tras la caía del Imperio Habsburgo y sobrevivió a un bombardeo en la II Guerra Mundial. Aunque el interior es sorprendente, las visitas son algo engorrosas, así que recomendamos ver solo el exterior ya que está enfrente del Ayuntamiento.
5. Palacio Schönbrunn: fue la residencia de verano de los Habsburgo a partir del siglo XVIII y destaca por el impresionante estilo barroco del palacio y sus jardines. Con tu audioguía en español (incluida) podrás visitar las estancias y salones más bonitos del palacio, los jardines y también el Museo de Carruajes. Tanto este palacio como el siguiente, son un must en tu visita a Viena.
6. Palacio Hofburg: este palacio fue durante siglos la residencia de los Habsburgo (efectivamente, la Casa de Austria de Madrid). Es el edificio más visitado de la ciudad y en él se albergan numerosos museos, la Biblioteca Nacional y la Escuela Española de Equitación, pero sin duda, la visita imprescindible en el Palacio es el tesoro y los aposentos imperiales, donde podrás conocer la interesante e intensa vida de la Princesa Sisi.
7. Biblioteca Nacional Austriaca: considerada una de las bibliotecas más hermosas del mundo, se encuentra en el Palacio de Hofburg y bien merece una visita. La biblioteca contiene más de ocho millones de libros y colecciones de otros objetos muy interesantes como globos terráqueos o papiros. Más que una biblioteca, parece una bella exposición decorada con esculturas y mucho gusto. La visita se hace rápido y el precio no es muy elevado.
8. Catedral de Viena: es el templo católico más importante en Viena. Se construyó a principios del siglo XII de estilo románico, aunque siglos después sufrió una gran reforma gótica y barroca como se puede ver hoy día. Destaca su enorme campanario gótico y el tejado hecho de azulejos de colores. Una peculiaridad del templo es que también tiene función de sala de conciertos de música clásica.
9. Cripta Imperial: o Kaisergruft, se encuentra en una pequeña y modesta iglesia. Aquí descansan los restos de la realeza austriaca desde principios del siglo XVII. Más de 150 féretros incluyendo 12 emperadores y 18 emperatrices, entre los que destacan la tumba de la Emperatriz Sisi o el Príncipe Rodolfo (hijo de Sisi), quien tuvo una misteriosa muerte. Los sarcófagos son verdaderas obras de arte, a la vez que escalofriantes.
10. Karlskirche: o Iglesia de San Carlos de Borromeo, es una llamativa iglesia barroca de color blanco con una cúpula verde y dos columnas trajanas. Fue mandada construir por el Emperador Carlos VI tras el fin de la epidemia de peste que asoló la ciudad en 1576. Es la segunda iglesia más grande de la ciudad, por detrás de la de San Esteban.
11. Hundertwasserhaus: es un edificio residencial construido en los años 80 por Friedensreich Hundertwasser, un artista austriaco de la época del modernismo (por esto que nos puede recordar al modernismo de Barcelona). Las coloridas casas están encajadas entre sí mediante líneas curvas y árboles que brotan del tejado, dando un ambiente infantil y de fantasía. Un lugar muy curioso y agradable de ver.
12. El Prater: es el parque de atracciones más antiguo del mundo y abrió sus puertas a mitad del siglo XVIII. A día de hoy conserva algunas atracciones antiguas en perfecto estado, con ese decorado antiguo y decadente (como lo es la noria, uno de los símbolos más reconocibles del Prater). Su acceso es gratuito y se paga por cada atracción. Es uno de los planes más típicos en la capital austriaca.
13. Museo de Carruajes Imperiales: aquí la carroza del cuento de la Cenicienta no se convierte en calabaza. Este museo es una exposición preciosa de esta clase de vehículos: coches, carrozas, trineos... y algunas pertenecieron a personajes como Napoleón Bonaparte. La pieza más importante es el coche fúnebre de la Emperatriz Sissi.
14. Iglesia Votiva: es una iglesia de estilo neogótico preciosa (del siglo XIX) que destaca por sus dos agujas de casi 100 metros de altura y sus bonitas vidrieras. Su interior es estilizado, luminoso y muy alto. No te pierdas la vela bárbara, una vela gigante que podría durar hasta 100 años encendida.
15. Escuela Española de Equitación: la escuela se encuentra en el palacio de Hofburg y es una de las instituciones más importantes de la ciudad, con más de 400 años de historia y doma. La escuela se inauguró para ofrecer clases de equitación a los aristócratas de la época y a día de hoy estos caballos son conocidos en el mundo entero. De pequeños son potros de color negro y se vuelven de color blanco con los años.
16. Tomar un café: ¿sabías que los cafés de Viena son Patrimonio de la Humanidad? forman parte de la historia y la identidad de Viena. Son lugares antiguos y puntos de encuentro con un encanto especial. Abundan especialmente por el centro y aquí la gente se reúne, escribe, lee el periódico y a día de hoy, también se nos hace la boca agua al observar las vitrinas llenas de repostería austriaca.
17. Ringstrasse: es la avenida principal de la ciudad que vas a recorrer para ver muchos de los edificios y monumentos de esta lista. Antiguamente la muralla de la ciudad hacía este mismo recorrido rodeando el casco antiguo, por lo que la avenida hace la misma forma de semicírculo. La ciudad creció tanto en el extrarradio de la muralla, que ésta fue derribada en el siglo XIX para tener más espacio, y en su lugar se hizo esta bonita avenida.
18. Stadtpark: es el parque y la zona verde de la ciudad, un lugar de tranquilidad para desconectar del bullicio y dar un paseo por el pequeño lago, montar en bici y en tomar el sol en los días soleados. No puedes irte sin encontrar la estatua dorada de Johan Strauss, el famoso compositor austriaco del vals: El Danubio Azul.
19. Paseo en barco por el Danubio: navegar por este río es otra de las actividades más recomendadas. Fíjate que incluso hay cruceros fluviales que visitan las 3 perlas del Danubio (Praga,Viena y Budapest). No es necesario hacer noche a bordo, pero un paseo durante el día o de noche puede ser un plan muy agradable. Al paseo nocturno también le puedes añadir una cena romántica amenizada con un música en vivo.
20. Tarta Sacher: es el postre de Viena por excelencia; esta rica y conocida tarta de chocolate hecha con un bizcocho con cobertura de chocolate y rellena de mermelada de albaricoque. Fue creada por un joven repostero llamado Franz Sacher, que vivió y trabajó en Budapest y Bratislava hasta que abrió su propio negocio en Viena en 1832 para deleitar el paladar de los más ilustres.
21. Casa de Mozart: Wolfang Amadeus Mozart es, posiblemente, el compositor más importante de todos los tiempos. Nació en Salzburgo, pero sus últimos 10 años vivió en la capital austriaca. Este fue uno de los apartamentos donde vivió durante 3 años, aunque he decir que más bien es una especie de museo que no conserva nada original de la época.
22. Reloj Anker: situado en la plaza Hoher Markt, fue construido en el año 1911 para decorar el puente que une dos edificios. A las 12 del medio día, doce figuritas del reloj, protagonistas en la historia vienesa, recorren el puente con música clásica de fondo. También lo hacen en Adviento a las 17:00 hrs y lo hacen con música navideña.
23. Iglesia de San Pedro: en este mismo lugar se levantó la primera iglesia cristiana de Viena hace más de 1500 años, aunque la iglesia actual, tras varios incendios, se reconstruyó de estilo barroco y data del siglo XVIII. Merece la pena visitarla por dentro ya su interior recargado y ostentoso es de los más bonitos de las iglesias de la capital austriaca.
24. Grabenstrasse: es una calle peatonal, no muy larga y céntrica de Viena rodeada de bellos edificios (comienza justo en la catedral). Aquí se concentran cantidad de restaurantes, cafés y tiendas exclusivas. Es uno de los lugares más animados de Viena tanto de día como al caer la noche, donde pasar el tiempo viendo ver el ir y venir de turistas y vieneses.
25. Columna de la peste: en Grabenstrasse se encuentra la columna barroca Pestsäule. Se erigió tras la peste de Viena en 1679 y es uno de los monumentos arquitectónicos más bonitos y escultóricos más bonitos de la ciudad. El emperador Leopoldo I juró construir una columna cuando acabase la peste. La columna original comenzó siendo una columna de madera y tan solo 4 años después se reconstruyó esta imagen en mármol.
Viena es una gran ciudad con mucha clase y señorial. No te limites a visitarla en un día porque te quedarás con ganas de más. Lo ideal sería 3 días y podrías combinarla perfectamente con Budapest o Praga. También puedes hacer escapadas de un día a Bratislava (Eslovaquia) o Brno (R.Checa). ¿Conoces Viena?
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