Dublín, la capital y ciudad más grande de la isla esmeralda no destaca por tener monumentos reconocibles o por la belleza y elegancia de sus calles y plazas. El encanto que tiene esta ciudad es único. El cielo gris y las calles mojadas contrastan con la alegría de la música callejera, el espíritu celta, las flores en las ventanas y las puertas de colores. Una cosa que no olvido del tiempo que estuve trabajando allí, es la simpatía y la hospitalidad de la gente. Pero el mayor atractivo sin duda de este país, son los tradicionales pubs irlandeses, que invitan a pasarlo genial a grupos de amigxs y despedidas de solterx.
De origen vikingo y con una fascinante pero sometida historia, siempre dominada por los ingleses y el Imperio Británico durante más de ocho siglos, Dublín se ha superado siempre y ahora se ha convertido en una gran e influyente potencia económica en Europa. Os invito a descubrir esta ciudad tan diferente donde tuve y tengo la oportunidad de trabajar como guía turística:
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Foto principal: bullicio de autobuses en Dame St. |
1. Salir por Temple Bar: Dublín es una de las ciudades de referencia en Europa con más ambiente nocturo. Temple Bar es el barrio por excelencia donde degustar una buena pinta de Guinnes y además disfrutar de música en vivo, especialmente los fines de semana. No te pierdas esta zona encantadora de pubs tradicionales y callejones adoquinados, tanto de día como de noche.
2. Trinity College: la universidad más antigua de Dublín se encuentra en pleno centro de la ciudad y es una de las más prestigiosas del mundo. Visitar sus jardines es un imprescindible gratuito, aunque la joya de la universidad es la Biblioteca con su colección de manuscritos (más de 3 millones) y el Libro de Kells, un manuscrito de los cuatro evangelios escritos en latín posiblemente escrito en el siglo IX.
3. The Spire: esta aguja con 120 metros de altura se encuentra en O'Connell St. (una de las avenidas principales de la ciudad) y se construyó en el año 2002 para sustituir a la antigua columna del Almirante Nelson, que fue destruida por una bomba del grupo terrorista IRA. Para entender mejor esta historia hay que profundizar en la historia política de Irlanda.
4. Catedral de San Patricio: es una de las dos catedrales de la ciudad de Dublín, dedicada al patrón de Irlanda: San Patricio. Este edificio tal y como la vemos ahora lleva aquí desde el siglo XIII, a excepción de la aguja de la torre, que se añadió en el siglo XVII. En su interior se encuentran los sepulcros de personajes como Douglas Hyde (primer presidente de la República) o Jonathan Swift, escritor de Los Viajes de Gulliver.
5. Guinnes Storehouse: es la fábrica/museo de la conocida marca de cerveza negra que lleva en funcionamiento desde 1759. En sus 7 plantas harás un recorrido interactivo por la historia de la marca y sus elementos más reconocibles, llamativas campañas de publicidad y sus barriles, terminando la visita en el panorámico Gravity Bar con pinta incluida y una de las mejores vistas a la ciudad.
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Foto principal: los puentes de O'Conell y Rosie Hackett sobre el río Liffey |
6. Molly Malone: hazte una foto con esta conocida estatua y tócale el pecho para pedir un deseo (volver a Dublín). Molly Malone es un personaje del folklore irlandés, protagonista de muchas canciones dedicadas a ella. Molly era una vendedora ambulante de pescado que durante el día empujaba su carro al grito de 'cockles and mussels' (berberechos y mejillones, en inglés) y por la noche era prostituta. Se dice que murió sola y en la calle de unas altas fiebres.
7. Catedral de Christ Church: esta es la otra de las catedrales de Dublín, también protestante y con un encanto muy especial. Tiene origen vikingo. De ella destaca el puente en forma de arco que une la catedral con Dublinia y su cripta, la más grande de las Islas Británicas. En ella se alberga un importante tesoro y una valiosa colección de manuscritos y objetos que alcanzan los mil años de antigüedad. Una visita que sin duda, merece la pena.
8. Probar el Irish Stew: este es el plato tradicional irlandés por excelencia y no debes irte de allí sin probarlo porque está muy bueno. Es carne de cordero estofada con patatas, zanahoria y otras verduras. Además, para el caldo suele usarse su cerveza negra: la Guinness. Este plato lo vas a poder encontrar en cualquier pub irlandés y suele acompañarse de una pinta de cerveza.
9. Castillo de Dublín: de antigua fortaleza vikinga de origen medieval, a un lujoso palacio real para eventos de estado. La ciudad de Dublín tuvo su origen justamente aquí, en su jardín circular y mucho ha cambiado este 'castillo' desde su origen a como lo vemos hoy. Aunque opino que no merece especial interés visitar su interior, los jardines y su alrededor es muy bonito y sí tiene puntos interesantes para conocer.
10. Ciervos del Phoenix Park: es el pulmón verde de la ciudad. A los irlandeses les encanta exagerarlo todo, pero es cierto que si no es el más grande, este parque de Dublín es uno de las más grandes del mundo con unas dimensiones de 700 hectáreas. Si tienes tiempo de sobra te recomiendo disfrutar de una tarde completa paseando por sus jardines y bosques hasta encontrar algunas de las manadas de gamos que viven allí. En total suman más de 400!
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Foto principal: Puente Ha'Penny y arquitectura tradicional |
11. Cruzar el Ha' Penny Bridge: es el puente más encantador y romántico de Dublín y además, por su buena ubicación, estoy segura que lo cruzarás en algún momento. Está hecho de hierro forjado y su construcción data de 1816. Su su nombre se debe a un curioso peaje que se debía pagar de medio penique por persona para poder cruzarlo; una cantidad muy alta para las familias humildes de entonces. Ese peaje estuvo activo durante más de 100 años.
12. Arquitectura georgiana: disfruta de un paseo por la zona más señorial y estética de Dublín. Retrocederemos al siglo XVII y XVIII en el reinado de los monarcas Georges, quienes le dan nombre a este estilo arquitectónico tan peculiar. Las casas de la burguesía se concentraba entonces en los alrededores de las zonas verdes más bonitas de la ciudad: Merrion Square y Stephen Green's Park. Hoy en día estas casas son hoteles de lujo, embajadas y edificios oficiales del estado. ► Clica aquí para ver con detalle.
13. Pasear por Grafton Street: es la calle peatonal más animada de la ciudad: una calle repleta de tiendas y cafeterías, puestos de flores, joyerías y su mayor atractivo: los buskers, los músicos callejeros. Además, aquí también se encuentra la cafetería y salón de té Bewley's Oriental Café de 1927, de estilo art deco y tradicional punto de encuentro de intelectuales y ahora también de turistas. Grafton comunica pleno centro con los jardines de la ciudad.
14. Buscar a Oscar Wilde: escritor, poeta y dramaturgo irlandés del siglo XIX, estudiante del Trinity College y autor de la obra El retrato de Dorian Gray. Su vida fue bastante agitada: estuvo enamorado y casado con su mujer, tuvo dos hijos con ella y a pesar de ser un tipo muy ingenioso y carismático, fue condenado a entrar a la cárcel también por su homosexualidad en una época victoriana muy conservadora.
15. Música callejera: los 'buskers' (artistas callejeros) se encuentran en cada calle de Dublín especialmente los fines de semana. En toda Irlanda en general, las calles se convierten en escenarios para conciertos gratuitos de artistas que son realmente buenos, y es que la música en la sociedad y la cultura irlandesa es fundamental para preservar su identidad, mediante el folk y la música celta. Pasea por las calles y disfruta de estos shows improvisados!
16. Destilería Old Jameson: plan para los amantes del whisky: John Jameson abrió las puertas de su destilería en el año 1780 en Bow St. y desde entonces su producción no ha dejado de crecer. Reservando con antelación, podrás recorrer las instalaciones y conocer la historia de la fábrica y el proceso de fermentación, destilación y maduración de este whisky. Además podrás degustarlo en forma de chupito, combinado con Coca Cola o con zumo de arándanos.
17. Cárcel de Kilmainham: este lugar pone los pelos de punta. Es un lugar clave para la historia reciente de Irlanda y testigo de grandes acontecimientos. Aquí fueron encarcelados presos políticos y grandes hombres que escribieron la historia de Irlanda y lucharon por su independencia hasta ser ejecutados. Como dato, fue uno de los escenarios principales de la película En nombre del padre, que cuenta la historia del atentado de 'los cuatro de Guildford'.
18. Coleccionar puertas de colores: podríamos decir que son el icono de Dublín y elemento principal de la arquitectura georgiana mencionada anteriormente. Tal vez sean también los elementos más fotografiados de la ciudad y yo os invito a que coleccionéis fotos de las puertas más bonitas. Son alegres y le dan vida al clima gris de Dublín, pero hay otras historias que justifican el motivo de sus colores llamativos: amarillo, verde, rojo, rosa, naranja... os animo también a descubrirlas.
19. Free tour sobre los conflictos políticos: x
20. National Gallery: x
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